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  • Un grupo internacional de expertos analiza sus restos genéticos
  • Los trabajos tendrán aplicaciones clínicas y en ciencias forenses
  • Leonardo: pintor, pensador, científico, ingeniero…

¿Qué aspecto tenía Leonardo da Vinci? ¿Cuáles eran sus hábitos personales? ¿Estaba bien de salud? La figura del genio renacentista que revolucionó la civilización occidental despierta expectación cinco siglos después de su muerte. Por suerte, cuestiones como éstas podrían tener respuesta en menos de tres años gracias al trabajo de un equipo internacional de especialistas de diversas disciplinas que colaboran en el bautizado como Proyecto Leonardo. Su meta es bucear en la vida de este visionario a través de novedosas tecnologías detectivescas y de investigación, como se explica en el artículo que acaba de publicar la revista Human Evolution. Antropólogos, historiadores de arte, genetistas, microbiólogos, arquitectos, médicos… Proceden de universidades e institutos de Francia, Italia, España, Canadá y Estados Unidos, incluso del Instituto J. Craig Venter de California, pionero en la secuenciación del genoma humano. Su trabajo servirá, entre otras cuestiones, para comparar el ADN de parientes pasados y presentes de Leonardo con sus huesos, huellas dactilares, pelo y células de la piel. Eso permitirá, por ejemplo, determinar si los restos que reposan en la capilla de Saint-Hubert en el Château d’Amboise, en Francia, son realmente los suyos y completar un perfil genético lo suficientemente extenso como para encontrar el origen de sus habilidades y agudeza visual.

«Dependiendo de la calidad y del estado de conservación de los huesos, se pretende hacer la identificación por medios antropológicos físicos, que nos darían datos sobre su estatura, las características faciales (si el cráneo está muy bien conservado) y sobre algunas enfermedades o lesiones que haya podido tener y que queden reflejadas en los huesos», explica a EL MUNDO el doctor José Antonio Lorente, catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Granada y miembro del Proyecto Leonardo. Para identificar genes conocidos relacionados con la capacidad visual o la interpretación y distinción de colores, además, es necesario que los huesos estén tan bien conservados que se pueda obtener ADN en cantidad y calidad suficiente.Más allá de LeonardoLos trabajos trascenderán la figura del propio Leonardo. Servirán para desarrollar técnicas para obtener y analizar ADN a partir de obras de arte centenarias; herramientas que podrán ser utilizadas como método para atribuir quién es su autor. «Lo más importante y el mayor reto de este proyecto consiste en lo que se va a desarrollar. Es una investigación multidisciplinar que, en vez de surgir sobre una idea abstracta, surge sobre una realidad muy atractiva. Esos nuevos desarrollos tendrán aplicación en todas las ciencias forenses e incluso en la clínica», apunta Lorente.Se espera que las labores finalicen en 2019, cuando se cumplan 500 años del fallecimiento del genio. La complejidad de las mismas recuerda a la búsqueda de la tumba de Miguel de Cervantes en marzo de 2015 o la identificación del rey Ricardo III de Inglaterra a partir de los restos encontrados en un aparcamiento.Genio incluso después de morirLeonardo nació en 1452 en Vinci (Italia) y murió en 1519. 67 años en los que dejó un inmenso legado, como la Mona Lisa o la descripción de inventos que sólo serían realidad siglos después de su muerte, como el helicóptero. Se sabe que fue enterrado en Amboise, al suroeste de París (Francia), pero se desconoce el lugar exacto. Estudiosos de Leonardo de la Universidad de Florencia, miembros del Consejo Regional de la Toscana, del Instituto J. Craig Venter de California y de la Fundación Richard Lounsbery de Estados Unidos son algunos de los padres de este ambicioso proyecto. La Universidad de Granada colabora con ellos en el campo de la genética: su objetivo es desarrollar y perfeccionar técnicas de aislamiento, extracción y análisis de ADN en muestras tan antiguas como los restos de Da Vinci. José Antonio Lorente reconoce la complejidad de llevar a buen puerto los objetivos: «Es un gran reto, muy difícil de conseguir en todos sus aspectos, pero que permitirá desarrollar nuevos instrumentos y metodologías científicas a lo largo de los próximos tres años y que, sin duda, arrojará alguna (o mucha) luz sobre una de las personas más conocidas y geniales de la historia de la humanidad».Proyecto Leonardo, a juicio del vicepresidente de la Richard Lounsbery Foundation, Jesse Ausubel, tiene mucho del hombre al que debe su nombre: «Pienso que en este grupo todos creemos que Leonardo, que dedicó su vida al arte y la ciencia, al que le encantaban los rompecabezas, y cuyos diversos talentos e ideas continuaron enriqueciendo a la sociedad cinco siglos después de su muerte, recibiría con agrado la iniciativa de este equipo; de hecho, desearía dirigirlo si estuviera vivo». Quién sabe si no convirtió su vida en un rompecabezas, precisamente, para espolear el pensamiento de las generaciones futuras.

Fuente: El Mundo

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