El SAT es un examen que realizan los estudiantes durante tercer o cuarto año de secundaria, con el fin de demostrar a la universidad sus conocimientos durante los procesos de admisión para optar a becas o cursos complementarios. Este sistema evalúa áreas como lectura, redacción y matemáticas; materias que se enseñan cotidianamente en las aulas de clase de secundaria.
El College Board ha afirmado que la importancia de la implementación del SAT, es su precisión al predecir las calificaciones que obtendrán el primer año de la universidad.
Recientemente, Herman Aguinis (profesor de Comportamiento Organizacional y de Recursos Humanos de la Escuela de Negocios Kelley de la Universidad de Indiana) y sus colegas Steven A. Culpepper (Universidad de Illinois en Urbana-Champaign) y Charles A. Pierce (Universidad de Memphis) (2016), publicaron un artículo titulado Differential Prediction Generalization in College Admissions Testing, en el que evidencian cómo miles de estudiantes podrían recibir resultados diferentes a los que predecía el examen del SAT. Estos resultados plantean dudas sobre la imparcialidad y la fiabilidad del SAT, considerado como parte clave del proceso de admisión en muchos colegios y universidades.
«Se trata de un patrón que se cumple en muchos estudiantes, no es un caso aislado», comenta Herman Aguinis refiriéndose a los resultados obtenidos en dicho estudio tras analizar una muestra de 475,000 estudiantes procedente de 200 colegios diferentes entre 2006 y 2008. El resumen de ese documento se puede encontrar aquí.
Aguinis, H., Culpepper, S. A. y Pierce, C. A. (2016). Differential Prediction Generalization in College Admissions Testing. Journal of Educational Psychology.